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Cómo lograr un desatasco con sosa cáustica

Cómo lograr un desatasco con sosa cáustica
La sosa cáustica es un producto que se utiliza de forma diversa en la industria, un químico de carácter muy abrasivo que asimismo sirve para la realización de desatascos en las tuberías. Estos pueden atajarse fácilmente si se utiliza la sosa en su debida cantidad y con todas las precauciones. Así como otros métodos caseros para lograr desatascos emplean productos naturales o que no resultan en absoluto nocivos para las personas, con la sosa cáustica hay que tener cuidado. Si se toman precauciones, como decimos, no resultará peligrosa su manipulación.

Para llevar a cabo trabajos con este producto, hay que protegerse de manera adecuada, a través de guantes y ropa gruesa en cuello, brazos, etc. Tras estar bien protegido, el usuario echará un poco de sosa cáustica por el sumidero de la instalación cuyas tuberías deban ser limpiadas. La cantidad será pequeña, una tacita aproximadamente. Después de echar la sosa (siempre en seco) se echará un litro de agua caliente. De esta manera, se arrastrarán los restos de suciedad que hacen difícil el paso del agua y provocan malos olores y atascos.

La sosa tiene muchas ventajas si es bien utilizada. Al contrario de lo que pudiera parecer, no es nociva para el medio ambiente, pues rápidamente se degrada y no llega a afectar a ningún espacio natural, sean ríos, el mar... Además de ello es barata y, como indicamos, muy efectiva si se utiliza con la debida precaución.

Es el método alternativo a los de los posos de café, o el que tiene como protagonistas a la levadura química, el ácido acético del vinagre... En esos casos, además de no protegerse con guantes por la nula peligrosidad de las salpicaduras, los productos no deteriorarán las redes aunque se utilicen en gran cantidad. La sosa, sin embargo, debe ser echada con mucha moderación, pues un exceso conllevaría un estado indeseable de las tuberías.